Fotografies del llibre Eivissa as New York
Toni Roca i Toni Pomar
Edicions Can Sifre
1990
Una mirada urbana
Tiene el lector detrás de mí una doble propuesta estética de mirones vocacionales; la del fotógrafo por oficio y la del poeta por vicio. A Roca, estoy seguro, no le habría importado encarnar al protagonista de The rear window, y Pomar tiene un estupendo ojo clínico para burlar las apariencias y hacer poesía con imágenes. Of the terrible doubt of appearances, / of the uncertainty after all, that we may be deluded. Y ya se sabe: la Mirada acaricia, fijándose o desdeña, apartándose. Por lo tanto, se trataba de fijar la mirada y que la caricia funcionase con la dosis de pasión necesaria en cualquier revelación que se precie.
Y miraron. Hacia dos mundos que, en contra del primer sobresalto, no están en las antípodas uno del otro: Eivissa. New York. Tal y como está el siglo a estas alturas, la empresa no resulta tan sorprendente. Sólo nos está quedando el recurso de la selección, el encuadre; veo lo que quiero y como quiero. La libertad del sentimiento permite quedarte sota el paisatge aeri, espès de nuvolades, / mòbil d’ales enormes, taques i llums al vent; en esta Eivissa ya casi clandestina de pasados arcádicos, o entrar en el cemento contemporáneo y descubrir ángulos, emociones, planos, deslumbramientos que justifiquen la analogía. Un río que viene cantando / por los dormitorios de los arrabales, / y es plata, cemento o brisa / en el alba mentida de New York.
La ciudad, las ciudades. Ghettos de luz y sombra en los que el hombre, la mujer, combaten la soledad con el aislamiento de los cuerpos, promesas de promiscuidad que alborotan el celo del poeta. I belive in the flesh and appetite, / Seeing, hearing, feeling, are miracles, end each part and tag of me is a miracle. Y las mejores obsesiones, quién lo duda, son urbanas. El fotógrafo las desvela frente a la indiferencia del que no sabe ver y las enmarca en color, sugerencia, apetitos de formas leves y, acaso, perdurables. La palabra las viste con el desgarro humano del deseo y el instinto convulso, irónico, generacional. Juntas traslucen vida y juntas abrazan la rara comunión de las máscara.
Al fin y al cabo nuestros días se mueven a ritmo de video-clip, sólo que éste tiene forma de libro y no es biodegradable. Que el lector añada su complicidad particular en el reflejo de sus páginas. Da igual que Eivissa emule a New York y que Mahatan tenga un pulmón de acero en Central Park. Tanto allí como aquí el destino está echado y res no pot aturar aquest plany / que senyoreja invenciblement la ciutat.
Julio Herranz